Viernes 29 de enero


El tesoro de la paz

PADRE, que miras por igual a todos tus hijos a quienes ves enfrentados.

NUESTRO, de todos, de los 5000 millones de personas que poblamos la tierra, sea cual sea nuestra edad, color...

QUE ESTÁS EN EL CIELO y en la tierra, en cada hombre, en los humildes y en los que sufren.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, pero no con el estruendo de las armas, sino con el susurro del corazón.

VENGA A NOSOTROS TU REINO, el de la paz, el del amor.

HÁGASE TU VOLUNTAD, siempre, en todas partes. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder.

DANOS EL PAN DE CADA DIA que está amasado con paz, justicia y amor. DÁNOSLE HOY porque mañana puede ser tarde: los misiles están apuntando y quizás algún loco quisiera disparar.

PERDÓNANOS, no como nosotros perdonamos, sino como Tú perdonas, sin lugar al odio y al rencor.

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar lo que no nos diste, de acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente.

LÍBRANOS DEL MAL que nos amenaza, de las metralletas, de los misiles, de los millones de toneladas de armas, por-que somos muchos, Padre, los que queremos VIVIR EN PAZ. AMÉ N.

                                                                                                (tomado de www.itakaescolapios.org)