Agradezco el amor que recibo de María.
María, Tú eres nuestra Madre.
El amor que diste a Jesús ahora lo recibimos nosotros para compartirlo con los demás.
Sabemos que estás a nuestro lado, que conoces la situación de los niños de todo el mundo.
Quédate con nosotros, no nos abandones.
Madre mía, que mi alegría llegue a los que están tristes,
que mi amor llegue a los que se encuentran solos,
que mi paz nos ayude a sentirnos hermanos,
que mi ilusión y esperanza nos conduzca al amor de Jesús.
Que con tu ayuda, Madre, pueda yo aliviar el dolor de los más pobres.
Acompaña con tu ternura a los niños que sufren y guíanos a todos con tu luz.