Evangelio del 28 de septiembre

Lc 9, 46-50

Los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante».

Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir». Jesús les respondió: «No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro».